Por otra parte, la planta de arriba se destinaría sólo a habitaciones. Con estos condicionantes, se decide dividir la actuación en dos importantes volúmenes curvados, separados y conectados a su vez por el espacio reservado al acceso a la vivienda en planta baja y a su comunicación con la primera.
El resultado es una potente imagen, que queda reforzada por el contraste entre los volúmenes curvos y el de comunicación, así como entre los propios volúmenes, puesto que al no tener la misma longitud y estarsituados de forma desigual en planta, generan un juego de dinamismo visual de mucho interés. Se pretende además remarcar exteriormente la planta superior en curva, mediante un tratamiento con distintos materiales, de forma que la planta baja se trabaja con un porcelánico en gran formato, mientras que la planta superior se deja en mortero blanco.
En el interior, destaca el volumen reservado a la entrada, consistente en un importante espacio a doble altura en el que también se sitúan las escaleras de acceso a la planta superior. Tanto el espacio de la cocina–comedor, como el del salón y sala de juegos, vuelcan sobre la zona exterior en la que se ubica la piscina, mediante un plano continuo de vidrios, permitiendo así la completa comunicación visual entre todos estos ámbitos.