casa SR

La realidad que cada uno se crea, es el resultado de su percepción. O como dijo Proust, aunque nada cambie, si yo cambio, todo cambia. De eso trata esta vivienda, de intentar cambiar la percepción para poder cambiar la realidad. Y en este caso, la percepción de la ortogonalidad es la que nos hace poder modificar la realidad: todo depende del ángulo desde el que se mire, ¿no?; pues vamos a modificar ese ángulo.

Ese es el claro leit motiv del proyecto, la búsqueda de una nueva angulación que transciende lo físico para atacar lo mental, incluso lo espiritual. Con un programa funcional claro, recalcando lo de funcional, ese gesto, ese ángulo, visible al exterior, se transmite al interior de una forma fluida, natural. Todo sigue el mismo criterio, desde los forjados que configuran la forma exterior hasta la mesita de noche. Todo. TODO QUEDA A LAS PUERTAS DE LA PERCEPCIÓN