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Partimos de una parcela que ya se encuentra excavada, puesto que existe un proyecto con licencia en la misma. Dicho proyecto no encaja en las expectativas de venta del promotor, que nos sugiere un cambio en el mismo. El problema es la férrea normativa que nos ata a la nueva condición de la parcela, dado su estado, con todos los niveles y las cotas modificados. Se trata de una especie de reinvención en la tipología tan usada por nuestro despacho de vivienda con zona de día en planta superior, a la que acompaña la piscina, y zona noche en planta inferior. Completando el programa, ajustándonos al terreno excavado, se propone un sótano que ayude además a elevar la cota de la vivienda, para así mejorar considerablemente la calidad de las vistas.

Consideramos entonces el trabajo desde el aprovechamiento de los espacios excavados, existentes, por lo que tratamos de generar vacíos que complementen las estancias, como en este caso, el más significativo, el patio trasero que acompaña al salón y en el que se ha querido dejar hasta una de las rocas que habían quedado a mitad excavar en el proceso constructivo anterior a nuestra intervención. El resultado es una vivienda que se adhiere a las condiciones previas, pero dotada de la impronta dinámica que tratamos de conferir a todos nuestros diseños, con unas formas que dejan fluir los espacios exteriores para una mejor comprensión del conjunto y para un nivel estético distinto a los colindantes. Un grito de INDEPENDENCIA por una parte, tanto de la preexistencia en la parcela como del entorno, pero con una vista clara, fija, (por las condiciones previas); una CARTA DE AJUSTE.