villa isla guam
Afrontar un proyecto sin un cliente final siempre nos resulta complicado. Realizar una vivienda cuyo objetivo es su venta, tiene un componente de impersonalidad que nos desampara, aunque aquí se ha visto paliado por la particularidad del promotor, que también ha sentido el proyecto como suyo. No obstante, son evidentes las restricciones con las que se cuenta a la hora de realizar una vivienda de estas características.
Las principales pautas para el desarrollo del proyecto nos fueron dadas por la propia ubicación y forma de la parcela. Ésta tiene frente a dos calles, cuyo encuentro se materializa en una curva. La estrategia de implantación en una parcela con esta condición, fue la de adoptar una tipología en “L”, que ya hemos desarrollado en otros proyectos. En este caso, contábamos con más elementos que nos abocaban a desdibujar esa forma tan rotunda: por una parte, la mencionada esquina curva; por otra parte, la normativa nos obligaba a mantener gran parte del arbolado, lo que nos generaba formas sinuosas al intentar ubicar la vivienda; por último, las diferentes vías rodadas que desembocan y participan visualmente de la parcela, propician un gran dinamismo que quisimos que se reflejase en el proyecto.
La idea queda definida por un gesto, una línea sinuosa que envuelve la mencionada forma en “L” y que consigue finalmente desmaterializar su condición ortogonal. Esta línea nace del propio terreno a modo de muro en cuña, recorre toda la vivienda en sus dos plantas y muere señalando al paisaje, al cielo. Además puede dibujarse con un solo trazo, dotando por ello y por su propia forma alabeada, (las curvas resultantes lo son en las dos direcciones, cuestión que materializamos gracias a la utilización del hormigón), de un gran dinamismo al conjunto, que aparte de leerse en estos términos de continuidad, lo consigue también a nivel de descomposición volumétrica, más apreciable en su fachada posterior y desde el exterior.